
Trastorno del espectro autista (TEA)
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo neurológico que se caracteriza por una serie de problemas relacionados con la comunicación social, el comportamiento y el procesamiento sensorial. Se denomina "espectro" porque los sÃntomas y la gravedad pueden variar ampliamente de una persona a otra. Si bien el autismo suele diagnosticarse en la primera infancia, sus efectos pueden durar toda la vida de la persona, aunque los desafÃos y las fortalezas especÃficos pueden cambiar con el tiempo.

CaracterÃsticas principales del trastorno del espectro autista
El TEA generalmente se define por dos categorÃas principales de sÃntomas:
1. DesafÃos de la comunicación e interacción social:
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Las personas con autismo suelen tener dificultades para comunicarse y para interactuar socialmente. Esto puede manifestarse de diversas maneras, como por ejemplo:
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Dificultad con la comunicación verbal y no verbal:
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Dificultad para comprender o utilizar gestos, lenguaje corporal, contacto visual o expresiones faciales.
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Dificultad con el lenguaje hablado, que va desde la falta total de habla hasta dificultades para usar o comprender palabras en contextos sociales.
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No puede iniciar conversaciones ni responder adecuadamente a preguntas o comentarios de otros.
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Problemas con el lenguaje figurativo, el humor o el sarcasmo, lo que conduce a malentendidos en situaciones sociales.
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Dificultad con las interacciones sociales:
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Desafíos para comprender las normas sociales, hacer amigos o participar en conversaciones de ida y vuelta.
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Interés limitado en socializar con otros, prefiriendo actividades solitarias o sentirse abrumado en entornos sociales.
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Dificultad para comprender o expresar emociones o reconocer cómo se sienten los demás.
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2. Conductas repetitivas e intereses restringidos:
Las personas con TEA pueden presentar conductas repetitivas o tener intereses restringidos. Estas conductas pueden ser un mecanismo de afrontamiento o una forma de encontrar consuelo en el mundo que las rodea.
Movimientos o acciones repetitivas:
Conductas motoras repetitivas como aletear las manos, balancearse o girar.
Uso repetitivo de objetos, como alinear juguetes o centrarse en partes especÃficas de un objeto (por ejemplo, las ruedas de un coche de juguete).
Insistencia en la igualdad:
La resistencia a los cambios en la rutina o el entorno, incluso pequeñas interrupciones, pueden causar angustia o ansiedad.
Preferencia por rutinas o entornos estructurados y predecibles.
Intereses intensos o enfocados: una gama estrecha de intereses o pasatiempos intensos, como un enfoque profundo en los trenes, los números o los animales, a menudo con exclusión de otros temas.
Interés obsesivo en temas especÃficos, a veces a expensas de las relaciones sociales u otras actividades.
3. Diferencias en el procesamiento sensorial:
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Muchas personas con autismo tienen sensibilidades sensoriales, lo que significa que pueden ser demasiado sensibles o poco sensibles a estÃmulos sensoriales como la luz, el sonido, el tacto, el gusto o el olfato.
Hipersensibilidad (sobresensibilidad): sensibilidad a determinados sonidos, luces brillantes, texturas u olores. Por ejemplo, el sonido de una aspiradora o de una luz fluorescente puede resultar abrumador.
Hiposensibilidad (subsensibilidad): falta de conciencia de las entradas sensoriales, como no notar el dolor, ser menos sensible a las temperaturas frÃas o calientes o buscar experiencias sensoriales fuertes, como girar o chocar contra cosas.
4. Diferencias cognitivas y de aprendizaje:
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El autismo suele asociarse a una serie de capacidades cognitivas. Algunas personas pueden tener discapacidades intelectuales, mientras que otras pueden tener una inteligencia media o superior a la media.
Discapacidad intelectual: Muchas personas con autismo, particularmente aquellas con un impedimento más significativo, pueden tener una discapacidad intelectual que afecta su capacidad de aprender al mismo ritmo que sus compañeros.
Habilidades de sabio: algunas personas con autismo muestran habilidades o talentos excepcionales en áreas especÃficas, como matemáticas, música, arte o memoria (a menudo denominadas "habilidades de sabio"), aunque estas habilidades son poco comunes.
Diferencias de aprendizaje: Incluso en los casos en que las personas tienen una inteligencia promedio o alta, pueden tener dificultades con los entornos de aprendizaje tradicionales o necesitar enfoques educativos especializados.

Signos y sÃntomas del autismo
Los sÃntomas del autismo pueden ser muy diferentes para cada persona, pero algunos signos comunes incluyen:
1. En la infancia o niñez temprana:
Falta de contacto visual o uso limitado de expresiones faciales.
Sonrisa social limitada o ausente y dificultad con las interacciones recÃprocas (por ejemplo, jugar con otros).
Retraso o ausencia del desarrollo del habla.
Uso limitado de gestos, como señalar o saludar.
2. En la infancia y más allá:
Dificultad para mantener el contacto visual durante las conversaciones.
Dificultad para interpretar o utilizar la comunicación no verbal, como gestos o expresiones faciales.
Tendencia a tomar las cosas literalmente y malinterpretar el sarcasmo, los chistes o el lenguaje abstracto.
Preferencia por actividades solitarias y dificultades para relacionarse con sus compañeros.
Participación en conductas repetitivas (por ejemplo, balancearse, agitar las manos, hacer girar objetos).
Fijación en determinados temas o intereses.
Reacciones extremas a cambios en la rutina o situaciones inesperadas.

Si bien no existe una "cura" para el autismo, la intervención temprana y el apoyo adecuado pueden mejorar significativamente los resultados y la calidad de vida de las personas con TEA.